Habia llegado el dia menos
inesperado en la historia de amor.
Nicholas tomo un sorbo de agua,
mientras que su hermano Kevin lo miraba con preocupación. El trago paso por su
garganta llevándose consigo el nudo que tenia guardado desde hace unas horas
después de la noticia.
Esa mañana como todas las demás
después de esa noche, se levantó con la cara seria, se cambio, salio a correr,
desayuno y empezó a escribir; hacia días que hacia lo mismo, escribir a aquella
mujer de la cual estaba enamorado, y que una noche antes, al colgar el teléfono
le había dicho que no había marcha atrás. No sabia perfectamente a que se
referia, pero temia que fuera lo que pensaba. Esa misma mañana habia había
prendido el televisor, enterándose de lo peor que le pudo a ver pasado en la
vida.
Su niña. Su princesa. ¡se iba a
casar! ¡con una hombre que ni si quiera ella estaba segura de casarse!.
Se lo había dicho esa noche. Nick
sabia que ella no sentía nada por ese hombre. Se lo había dicho. Se lo había
demostrado. Y sin embargo, ahora estaba comprometida con él, y no quería
repetirlo en su mente, no quería ni si quiera hablarlo ni demostrar lo devil
que se encontraba. Habia pensado que esa noche lo cambiaria todo, el resto de
sus vidas estaría resuelto con lo sucedido esa vez, y esperando que fuera una
historia feliz como él le prometido darle, jamás volveria a cometer los mismo
errores, y seria el mejor hombre de la tierra si fuera necesario para siempre
estar con ella.
Pero el destino siempre toma
caminos diferentes. Apreto el vaso de agua, se podía notar que sus nudillos
estaban blancos de la presión, que si apretaba un poco mas, el vaso quebraría
en mil pedazos cortando sus tersas manos. Respiro, tragándose el mismo nudo que
amenzaba con salir.
¿Cómo podía ser cierto?.
Perder a la mujer que amaba por
otro hombre. El enojo lo invadio. ¡como podía ser cierto!. Ella se lo prometio,
le dijo que jamás lo volveria a dejar. Que jamás se separaría de él y que
lucharían juntos hasta lo imposible. ¿y ahora? La vida estaba dando ese giro
que en sueños de pánico había tenido. No podía hacer nada, y eso era lo peor.
Tanto esfuerzo de en vano, mentir
a las personas por nada. Pedir perdón de rodillas mil y una veces por conseguir
el perdón. Llorar. Humillarse. Y no conseguir nada. Lo peor no era lo que había
hecho, si no… no saber como superarlo.
¿Cómo superar el tiempo con
ella?¿como fingir que no pasaba nada, cuando todo lo podía ver claramente?¿como
decir “no me importa” si lo único que quería era que alguien llegara y lo abrazara?
Quería que alguien llegara y le
dijera con palabras lo que el no quería admitir. Estaba destrozado. Por dentro
y por fuera, con la mirada perdida sobre la ventana. Imaginando nuevamente el
momento en que ella estuvo de nuevo con él, el dia en que ella le prometio no
partir, en el que le juro estar con él, el restos de sus vidas. Cada momento de
esa noche lo invadia sin cesar, lo atormentaba. Y cada rescuerdo aplastaba sus
iluciones, sus esperanzas, su dicha, su amor. Se sentía humillado, aplastado por
esa mujer.
-¿Nick? – ni si quiera se molesto
en levantar la cabeza para mirar a su hermano. Estaba enojado, dolido,
desilucionado. Como para mirar a su hermano, y ver en su mirada la lastima que
tenia por la situación. >> ¡no
necesito la lastima de nadie! << dijo en su mente, cerrando los ojos
fuertemente como si lo estuvieran diciendo en su frente. –
-¿nick? ¿amor? – pregunto su
madre con compasión.-
Ella mejor que nadie sabia lo que estaba pasando. Al dia
siguiente de esa maginifica noche cuando llego a casa de sus padres, le había
informado que estaba con ella de nuevo y que su vida por fin estaba completa
con ella a su lado. Denisse había visto el brillo en sus ojos al decir que la
amaba y que no la dejaría ir. Lo vio sonreir de oreja a oreja como un niño
pequeño, con las iluciones a flor de piel y con el corazón abierto de amor. Lo
había visto cantar, cerrar los ojos y suspirar que ella por fin lo había
perdonado, lo había visto tan feliz, que se imaginaba el dolor que estaba
pasando. Tenia los ojos cristalinos. Ver a un hijo sufrir es lo peor que una
madre podía presenciar. Quería gritar, decirle que todo estaría bien y que la
vida cambiaria, que no tenia por que estar triste. ¿pero de que se sustentaba?.
No tenia con que defenderse. Tantas veces lo había visto llorar a lagrima
suelta, lo había visto deprimido, con la cara palida y peor que nunca, siempre
con la misma fase. “ella no te olvidará. Las cosas saldrán bien, no tengas
miedo. Ella te ama”. Siempre le decía lo mismo, y confiaba en que a si fuera,
sabia perfectamente lo que ella sentía por su hijo, podría jurar que jamás se
atrevería a tomar esa decisión tan fuerte y comprometedora, que jamas lo aria
por el amor que tenia Nick. Pero ni ella misma se lo creía, las
cosas no estaban pasando como todo en el mundo creyó (me incluyo).
Ella estaba tomando su camino, lo
estaba dejando, por decirlo a si, lo estaba abandonando por otro. Que no sabia
con certeza si sentía algo por ella. La frustacion, la estaba matando. Su hijo
no estaba llorando, ni si quiera demostraba alguna emoción en su rostro…
simplemente estaba mirando hacia lo perdido, como si quisiera borrar lo que
estaba pasando… pero no podía negarse que su hijo estaba siendo quebrado… parte
por parte, cada una por una, su ilucion de amor.
1 comentario:
WAO WAO AHHH QUE BONITO AHH NICK ESTA TRISTE QUE FEO FEO FEOO AW MI VIDA LO AMOO AWWWWW SUBI PRONTO EL SIGUIENTE HERMOSA Y YA SABES LO QU TE DIJE NO TE VAYAS DE BLOGGER EHHH TE AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO HRMOSAA MUCHOTEEE
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