-¿Disculpa? - le pregunte, me habia desconectado mirando su rostro que èl lo habia notado. Me sonroje inmediatamente y un nudo de felicidad invadio mi garganta impidiendome hablar. Entonces tomo mi mano y me puso de pie, subimos por el escensor y tomo mi cabello entre sus dedos, lo acaricio y lo llevo a su nariz absorbiendo el aroma de mi cabello. Lo mire completamente enamorada, por ese pequeño tiempo olvide donde me encontraba solo sabia que la presencia y su calor rodeaba todo mi mundo, tome su mano y entre lace nuestras manos, el me sonrio... ¡Que hermosa sonrisa! Tan hermosa como para detener una catastrofe en medio de Troya.
Caminamos por un largo pasillo hasta que llegamos a la puerta de su habitacion. Cuando mis ojos miraron el interior mi corazon se acelero, de pronto èl se acerco a mis espaldas y beso mi hombro... No sabia como reaccionar, asi que solo me limite a disfrutar de aquella sensacion... Me abrazo por detras al momento en que enterraba su cabeza en mi cuello, sus labios no tocaron mi piel, pero si su respiracion que poco a poco se fue tornando nerviosa. Era algo realmente increible.
¡Estaba nervioso ante la presencia de alguien como yo!
Mis latidos se aceleraron cuando sus manos acariciaron mis caderas. Solte un gemido que el logro escuchar y antes de que llegara a su fin este sonido exitante, el lo absorbio en un beso, tan profundo que la luna se pudo a ver hecho pedazos y yo ni si quiera me hubiese percatado. Sus manos me acariciaban como si no hubiera otra en el mundo para sobrevivir... Tome sus manos y las dirigi hacia mis pechos, por un mili segundo sus movimientos se detuvieron pero al instante comenzo a acariciarlos... Eran movimientos lentos, existantes y tiernos. Me giro y me abrazo, sin despagar sus labios de los mios me encamino hacia la cama. Las sabanas de seda acariciaron mi espalda al momento en que sentia mi vestido subir por mis muslos. Jamas habia experimentado algo asi, tan excitante y a la vez conmovedor... Sin darme cuenta mi piel desnuda rosaba la suya, era un contacto tan intimo que sentia poder escuchar el sonido del correr de mi sangre por mis venas.
Nos unimos lentamente, su lengua dentro de mi boca tocaba la mia intercambiando lazos mas alla de lo que fuera realidad... Se movio contra mi... Un gemido de dolor salio de mis labios y èl se detuvo, me miro a los ojos, pego su frente contra la mia y susurro un "Todo estarà bien, confia en mi".
Volvio a moverse lentamente dentro de mi, tomo mis caderas haciendo que yo siguiera su ritmo y se hundio mas profundamente en mi.
La novena maravilla era estar en la cima del mundo llegando junto con èl, entrelazo nuestras manos y las llevo por encima de mi cabeza, besaba mi cuello y logrè escuchar un gemido de su garganta. Tomo mis labios con pasion justo cuando alcanzabamos lo mas alto del universo.
Su peso quedo encima de mi, pero nada de eso importaba en aquel momento... Todo lo que me rodeaba no existia, solo eramos èl y yo.. Unidos en cuerpo y alma.
"Me haces el hombre mas feliz" dijo contra mis labios, sonriendo tan hermosamente. Yo lo mire avergonzada.. Ni si quiera sabia mi nombre por contrario de mi, que yo podia apostar que conocia cada momento de èl y èl lo supo. Abrazo mi cuerpo contra el suyo, mi mejilla quedo en su pecho... Escuchaba los latidos de su corazon.
"Perdoname" logro decir despues de unos instantes "Quisiera saber el nombre de la futura dueña de mi corazòn"
Mi corazon se acelero, estabamos completamente desnudos el uno contra el otro, una sensacion perfecta. Puse mi mano sobre su pecho y mire sus ojos castaños.
"Miley" susurre sin aliento. Las lagrimas amenzaban con salir. Mi lado inteligente imploraba que saliera de la cama, recogiera mi ropa y saliera corriendo. Pero el otro lado no me dejaba actuar, no sabia que hacer.
"Miley... Mi dulce Miley" beso mis labios tiernamente y volvimos al juego de la seduccion, aunque esta vez un poco mas salvaje, pero sin dejar aun lado la ternura.
"Di mi nombre" me pidio mientras se movia dentro de mi "Dilo"
No podia hacerlo, mi voz se habia perdido en algun lugar que no era mi garganta. Lo mire y vi un destello de imploracion, acerque sus labios y los bese mientras decia su nombre una y otra vez sin parar, haciendo los movimientos aumentaran su ritmo...
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