"No importa la distancia que nos separe, siempre habrá un cielo que nos una."

lunes, 14 de mayo de 2012

los ojos de mi princesa ~ cap 36

El sol entro por la ventana, haciendo que forzara a sus ojos abrirse. Arrugo sus parpados mientras bostezaba, la noche habia estado tensa, después de la platica con Nick no tocaron mas el tema, regresaon inmediatamente sin decir nada. Se levanto con los pies descalzos, miro por la ventana los grandes edificios y buen dia. Fijo su mirada en la cuna, tal vez Helen alla hido a dejar a Sarah en la noche, pero no fue a si. Al acercarse comprobo que Sarah no estaba, Helen estaba con ella.
Recordo las palabras de Nick  -¿las cosas pueden cambiar? - si. Anhelaba con todo su corazon que las cosas fueran como antes, o que fueran como siempre debieron ser. No sabia que era lo que ocurriria hoy por la tarde al mirar a Nick, pero tenia que estar segura de si misma y desidida a esperar lo que pasara. Regreso a su cama y se sento en ella, esperando a que su cuerpo se incorporara al dia. Habia tenido un leve mareo al levantarse, cerro los ojos parpadeando y esperando a que se fuera, dio un gran suspiro hasta que comenzo a bajar. Estos mareos ya no estaban siendo buena señal, y le estaban preocupando. 
Tocaron la puerta. No sabia quien era, a si que permitio el paso metiendose a la cama para cubrirse por con las sabanas el corto camison que tenia para dormir. Era Nick.

-Buenos dias - dijo primer Miley - 
-Buenos dias - dijo relajado - ¿no crees que ya es hora de levantarte? - Por la expresion que el represento, pudo a ver jurado que lo dijo muy tranquilo, y por ello mismo penso que a al mejor la charla de la noche anterior no habia sido solo algo irreal. Afirmo que no debia desperdiciar esa oportunidad de comenzar desde cero, al menos desde que ella habia llegado de nuevo, las cosas podrian cambiar.
-Creo que si - dijo sonriendo levemente y cubriendose mas con las sabanas. -
-¿entonces? - dijo acercandose a la cama, sonriendo, por el acto de Miley al taparse - ¿por que te cubre? - dijo gracioso. Eso hizo sonreir a Miley - 
-Estoy en pijama - mintio por no decir que estaba en camison - 
-ya veo. ¿es de conejitos? 
-¡no! - se rio - hace mucho que las deje.
-Por la forma en que te cohibes lo dudo mucho - bajo la mirada - Sobre lo de ayer - dijo incomodo, cambio de tema repentinamente. Guardo silencio. Miley espero su respuesta durante unos segundos, se acomodo las cobijas sobre ella mientras lo miraba -
-¿si? - dijo para darle confianza.-
-Quiero que confies en mí. Como antes - hizo una pausa y se paro frente a la ventana - No es facil, somos dos personas distintas. Pero quiero que nos conoscamos y que nos tratemos mejor.
-Si - dijo ella bajando la mirada.

Era momento de darle una oportunidad, tanto a ella como a él, de volver a los viejos tiempos, o tal vez los buenos tiempos. Alzo la vista y lo miro divertida.
Era como aquella vez en que él la habia despertado con un atomizador, bañandola por completo de agua. Sus risas llegaban hasta el primer piso, y eso que era una gran mansión. Su risa malevola, pero graciosa, que  la hacia enojar en raras ocaciones, pero que le encantaba escucharla. Sonrio abiertamente. Él la miro curioso. ¿de que se reia?, No era gracioso que se riera  cuando estaban tratando algo importante, de dijo Nick. Se giro hacia ella, esperando una respuesta.

-Si - dijo aun sonriendo - tomamos nuestros caminos, pero es bueno empezar de nuevo. Hermano - dijo sonriendo. -

Amaba la forma tan sencilla de aquella mujer, capaz de personar al ser mas despreciable de la tierra, y ayudarlo, incapaz de matar a un simple insecto, con la sonrisa calida y sencilla que solo ella podia tener. Podia sentir como los nervios en sus musculos bajaban, su corazón dejo de latir tan aprisa y sus pensamientos de tornaron claros.
¿como era posible que una mujer como Miley pudiera hacer tantas cosas como las que el sabia?, No eran cosas buenas. Pero no podia tener en claro como era que Miley fuera difernte a como se la habian planteado, su bella sonrisa decia lo contrario. No era mala. Lo veia en sus ojos, sus gestos, sus facciones. En toda forma de ser de ella, con la forma de actuar, con cada palabra que ella decia. Tal vez habia cosas de ella que no le agradaran. De pronto recordo al tonto con el que siempre hablaba, queria saber mas de ese hombre, ¿que era de ella? ¿que queria con ela? ¿ como se conocian?. No iria demasiado rapido, pues sabia que si preguntaba en estos momentos a Miley quien era, no seria lo mas correcto, siendo que ya habian empezado desde cero. Ser pasiente para el no era una virtud, ni si quiera su pasatiempo favorito, pero le comia en las entrañas no saber quien era el, y su unica salida era ganarse la confianza de Miley.

Dias mas tarde, regresaron a casa. Con una gran sonrisa de parte de Clara resiviendolos en la entrada, Miley se sintio aliviada, no era que no le habia gustado salir de viaje, tenia la compañia de Nick, y podia sentirse de lo mas comoda con el desde que hicieron las pases. Pero el estar de nuevo en casa, era mejor, podia contar con la compañia de seres que la comprendian y la conocian, y no personas que aunque le habian caido bien, ni si quiera sabian mas alla de su nombre. No sin olvidar a Helen, seguia preguntandose por que el gran distanciamiento de parte de ella, desde el dia de la fiesta al dia siguiente ni si quiera "buenos dias" le dijo, a si que ella no se vio con confianza de decirlo tambien, y aunque unas horas mas tarde habia tratado de entablar conversacion con ella, lo maximo de atencion que habia hecho Helen era a verla visto de arriba a bajo sin decir nada. Le tomo de raro, y ahora que lo pensaba bien, podia ser que por lo mismo de su ida Helen jamás habia sabido nada de ella, y no queria pensar que su propia tia desconfiaba de ella, pero tal parecia ser a si. Su falta de conocimiento hacia Miley la estaba llevando a pensar cosas incorrectas, o al menos eso penso Miley.
Se quito los zapatos de tela, mientras miraba con Sarah estaba recostada en el amplio pasto intenso de color verde, mirando el cielo, como si viera algo maravilloso dentro de él. La niña desde hacia una semana, en que Nick se habia hido de viaje a Irlanda, comenzaba a mover mas los brazos, intentando alcanzar las cosas. Sin poder creerlo, ya cumpliria cuatro meses, y el progreso en que la niña no estuviera sola hiba de lo mejor, Miley era la unica que la cuidaba mientras que Nick y Helen de dedicaban a los negocios.
Se sentia tan bien estando con la bebe, que el tiempo parecia tan corto, hasta que llegaba Helen y la tenia con ella apartandola de Miley. Desidio no pensar en eso, siendo que no era tan agradable pensarlo. Desvio la mirada hacia la gran reja de color negro, desde donde se podia ver la calle. Miro un coche negro, muy lujoso por cierto, se pregunto de quien era. Trato de mirar mas claro pero no lo logro, lo unico que podia ver era la sombra de una mujer. Alta, y con un vestido negro al igual que el coche. Muy muy moderna.
Espero a que bajara y que esperara a que le habrieran las puertas, pero no fue a asi. Para sus sopresa, a los quince segundos de a verse estacionado en la entrada se habia hido, como si nada. Fruncio en ceño, no estaba para nada bien que un coche hiciera eso, espero un instante para algun otro cambio, pero nada sucedio. Giro hacia Sarah que seguia mirando el cielo con la manos estiradas hacia el, como intentando alcanzar algo, sonrio levemente, e tiro a lado de la bebe y comenzo a contarle un cuento, sabia que no entenderia nada, pero podia acostumbrarse a su voz, y mostrarle que no estaba sola.

Habian pasado cuatro dias. Desde la ultima llamada de Nick no sabia nada de él, y este habia prometido llamarla lo mas que pudiera, la llamaba cada dos dias para decirle que estaba bien, y aunque en tu voz se notaba la inseguridad, se tomaba la molestia de preguntar por Sarah, eran preguntas diminutas, pero le alegraba la idea de que se preocupara por su hija. De pronto, al ver a Sarah dormir en su cuna, tan tranquilamente, con la respirancion tan blanda y con el dedo en la boca, se pregunto que seria tener un hijo, y cuidar de el todos los dias. Ayudarlo y mostrarle lo bello de la vida, ser su madre y decir que era su hijo con orgullo, no era que con Sarah no lo sintiera, pero sentia remordimiento al sentir el afecto tan grande de la niña hacia ella, como si la viera como a una madre: cuando lloraba al no tenerla cerca, o cuando despertaba y no estaba a su lado. Comenzo a sentir culpa, fuera cual fuera el error que la madre de la niña hubiera cometido, ella no se sentia con derecho de quitarle el lugar de madre. Sabia que ya no estaba ahi con su hija, para cuidarla y verlar por ella, pero tenia en claro que no dejaba de ser su madre aunque no lo estuviera en presente. Se lo recordaria cuando la niña fuera conciente de sus pensamientos, y aunque sabia que no estaria para toda la vida en la vida de la niña, el tiempo que estuviera con ella lo aprovecharia.

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