Nick tomo un suspiro ahogado y sus ojos lagrimearon.
-Se que a veces tomo desiciones sin pedir permiso pero Sarah se ira contigo - Miley se alejo de él.
-Pero es tu hija
-Eso lo sé, pero ella tambien te quiere. Además, no será por mucho tiempo, solo en lo que arreglo esto.
De camino a casa Nick se desahogo, necesitaba hacerlo. Se detuvo frente a la puerta de la gran mansion y por fin entro, estaba todo en silencio hasta que la voz de Helen y Nicole se escucharon al fondo. Se dirigio hasta ellas y al entrar por la puerta sonrió.
-Hola, chicas - saludo tranquilo.
-Cuentanos, Nicky - pidio Helen con un cigarrillo en la mano.
-Acepto. La muy ingenua creyó que le daría la espalda a mis complices.
-Lo sabia, esa chica es una estúpida. Desde el primero momento en que la vi lo supe - espetó Helen soltando una carcajada - mira que creer que tu podrías amarla.
-Es mas que claro, mañana sale temprano en su primer vuelo de regreso. Quisiera ver su cara cuando llegue y vea que no tiene absolutamente nada.
Nick miraba a las dos mujeres que se encontraban frente a él, eran tan despiadadas e hipócritas con ellas mismas que no sabia si estaba haciendo bien. Quizó romperles la cara cuando hablaban mal de Miley, o simplemente con el hecho de hablar lo hacian sentir enojado; pero era una buena forma de acercarse a ella y que confiaran en el, sobre todo Helen.
Al día siguiente fue adespedir a Miley al aeropuerto, rogandole al cielo que Helen no apareciera por ahi y estropeara todo. Afortunadamente, para cuando el vuelo de Miley despego, con un nudo en la garganta regreso a casa esperando que todo saliera bien y agradeciendo que nada interrumpiera esa horrorosa despedida.
Queria consolarse con lo que sentia por Miley, pero realmente si le había mentido cuando le dijo que estaría bien. A ciencia cierta no lo sabia, el padre de Nicole era un mafioso poco conocido pero con conectes que podrían matara a un ejercito en ese mismo instante y eso le estremecio. No sabía que sería de él cuando ese duo de arpías lo descubrieran o mejor dicho, no sabía lo que serían capaz de hacer a Miley y a Sarah.
-Regrese, Papá - grito Miley con felicidad asomandose por la puerta. Unos pasos sonaron al fondo, era su padre.
-Que bueno, Cariño - respondio cansado.
Sarah miro todo a su al rededor y comenzo a llorar, era evidente que extrañaba a su padre y Miley lo sabía, asi que apenas termino de acostar a la bebé y llamo a Nick, era larga distancia asi que costaba mucho tiempo que una llamada entrara, pero por fin entro y la voz de Nick sono al otro lado. Cuando la escucho, quizó soltarse a llorar, sentía una gran preocupación.
-No debí haberte dejado - dijo Miley.
-Fue lo mejor, si supieras que todo va mejor. Creo que vamos ganando - le respondio con otra mentira para hacerla sentir mejor.
-Eso espero, amor.
-Pero no llores - le dijo al escucharla gemir - todo va a salir bien.
Se despidieron después de un rato y colgaron, cada uno pegado al teléfono como si eso los hiciera sentir mas cerca del otro. Miley se soltó a llorar, sabía que algo no andaba bien y quería regresar, pero no podía dejar sola a Sarah.